Siempre que alguien nos pregunta como ha sido nuestra experiencia al contratar a una wedding planner, los dos contestamos al unisono de la misma forma: ES EL DINERO MEJOR INVERTIDO DENTRO DE LA MULTITUD DE GASTOS QUE LLEVA UNA BODA. Fue una de las mejores ideas que tuvimos. Al principio nos parecía una americanada o una fricada y nos daba un poco de vergüenza porque no conocíamos a nadie que hubiese contratado una antes. La principal razón que nos llevo a contratar a María fue que ni mi marido ni yo teníamos tiempo para preparar nuestra boda como queríamos que fuera.
Nos dieron el contacto de María las chicas de ATICOM, la empresa que habíamos contratado para que nos diseñase las invitaciones, ya que trabajan con ella codo con codo en decoraciones, cartelería, etc y en Riojabodas 2014 por fin la conocimos. Tras un mail contándole nuestras ideas y nuestros gustos quedamos con ella y fue increíble…tanto Jesús como yo congeniamos con ella de maravilla y supo captar al vuelo lo que queríamos para nuestro gran día, algo personal, diferente y que los dos estuviésemos reflejados en cada detalle.
Es muy fácil trabajar con ella ya que está al día en todo lo que gira en torno a una boda por lo que puedes estar tranquila ya que sabes que nada se te va a escapar y que si algo falla ella o su equipo estarán para solucionarlo y que nadie se de cuenta. Se involucra tanto en el montaje y preparación de cada boda que parece una más de los invitados ya que después de tantos meses juntos….conocía a casi toda nuestra familia y amigos, jijiji.
Es capaz de sacar muy buenos precios a proveedores con los que ella trabaja y que tienen gran variedad de productos y a los que ni si quiera conoce…también.
Después de todos estos ejemplos creo que queda claro que tanto Jesús como yo recomendamos totalmente la contratación de una wedding planner, pero NO cualquier wedding planner sino María Sarasua de Ilusioñando Eventos.
Gracias por todo!!!!
Esperamos haberos servido de ayuda.
Cada persona es un mundo, mejor dicho cada novia, porque en esto los novios dicen poco – que son cosas de mujeres – 🙂
Pero a tod@s nos llega el momento ‘Me caso, y ahora qué’ en el que empiezas a buscar, volverte loca, empaparte de todo, absolutamente todo lo que se mueve en la red sobre decoraciones, DIY, fotos y más fotos de bodas, las tartas, los regalos… Sólo con leerlo ya puedes pensar, me he agobiado! Y no, no es para tanto 🙂
Puede gustarte más o menos, tener todo el tiempo del mundo o nada que dedicarle a esta ardua pero emocionante tarea, pero siempre hay cosas que escapan a tú control, inevitablemente.
Ahí es donde entra el perfil del wedding planner, alguien que te acompaña en todo el proceso, que te asesora para que no pierdas la cabeza y que da forma a tus ideas.
María llegó a nosotros por una amiga y ya en la primera reunión conectamos, es su forma de hacer las cosas, su cercanía y sencillez desde el primer momento, lo que te engancha.
La necesitábamos porque había cosas que se escapaban a nuestro control durante el banquete, y que por supuesto queríamos que salieran perfectas.
Al final, se convirtió en un proceso mucho más largo, en el que dejó el alma por conseguir todo lo que queríamos.
Fue una compañera de viaje, un apoyo incondicional y una suerte tenerla tan cerca, porque estuvimos totalmente relajados y pudimos disfrutar sabiendo que todo estaba bajo control, porque ella estaba allí.
Si volviera a casarme, la elegiría una y mil veces, por plasmar nuestras conversaciones y mis ideas más descabelladas a la perfección, por convertir lo cotidiano y normal en algo espectacular y por ayudarnos a crear la boda que siempre quisimos tener.
Muchas veces nos enredamos en palabras para describir los sentimientos, a mí sólo me queda una que está llena de matices: GRACIAS, en mayúsculas, porque tenerte a nuestro lado fue la mejor opción.
Una Wedding Planner? Conocer a María fue la mayor suerte del mundo!
Al principio yo era un poco reacia a trabajar con una Wedding Planner, ya que trabajo precisamente en Marketing & Comunicación por lo que me ha tocado hacer muchos eventos en mi carrera profesional. Pero un giro en nuestras vidas hizo que nos mudáramos a Zurich y entonces empecé a ver que la cosa se complicaba. Las horas de trabajo no me dejaban dedicarme a la boda como quería y veía que los meses pasaban y pasaban… Entonces se encendió la bombilla! Gracias a una amiga nos pusimos en contacto con Ilusioñando y, tras un primer Skype con María, nos conquistó completamente y le dijimos Sí a preparar nuestro Sí QUIERO.
Ahora, después de unos meses, estoy convencida de que fue la decisión más inteligente que pudimos tomar. Disfrutamos todos los preparativos, con la comodidad de saber que alguien está pensando siempre en cada detalle, lo que se ve y lo que no se ve. María nos dio muchísimas ideas y nos solucionó cantidad de dudas y problemas… lo pasamos genial buscando y viendo piñas por todos lados (me obsesioné un poco con las piñas en la decoración… ups!). Y no voy a negar que pasamos momentos de tensión y nervios, sobre todo cuando el día se iba acercando, pero cuando el estrés es compartido, es más sencillo sacar una sonrisa y seguir adelante… piña piña piña piña… 🙂
El resultado fue maravilloso pero lo mejor de todo? Descubrir a una buena amiga que va a estar a nuestra vera por muchos años. Gracias!
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